Tal vez seas una persona muy celosa de su intimidad en casa, o que controles completamente lo que publicas en redes sociales, pero, ¿sabes realmente qué información estás facilitando al conectarte a una wifi gratuita?
Como consumidores, muchas veces no somos conscientes de los datos que estamos cediendo al conectarnos a una red Wifi gratuita, ni a quién y, por supuesto, con qué finalidad. Esto pasa porque, en la mayor parte de los casos, no solemos leernos la información que nos facilitan los proveedores y que debemos aceptar para poder conectarnos a esas redes gratuitas.
Las distintas wifis gratuitas respetan, por regla general, la normativa europea en materia de protección de datos (GPDR), pero suelen aprovechar la flexibilidad de esta en cada nueva conexión.
Acceder a una wifi gratuita requiere una contraprestación por parte de los consumidores y, como no es monetaria, esta contraprestación serán los datos. Estas redes suelen almacenar información personal sobre sus usuarios: como mínimo nombre y correo electrónico, pero también pueden pedir otros datos como número de teléfono, edad o dirección postal. Y, en el caso de que accedas a través de tus redes sociales, almacenarán los datos que de ti les proporcione la propia red social.
¿Qué hacen con mis datos?
Pues el uso reconocido de estos datos es la prestación del servicio de conexión gratuita. Pero los datos también se definen como necesarios para analizar la navegación y mejorar la experiencia del usuario. Este segundo uso, recogido en la normativa europea, también quiere decir que las compañías que nos prestan el servicio gratuito de wifi podrían utilizar nuestros datos para hacer un seguimiento de lo que hacemos cuando navegamos y saber qué webs visitamos, para después ofrecernos publicidad de productos y servicios segmentada a partir de nuestro comportamiento. En algunos casos, además de pop-ups o anuncios en redes sociales, podríamos recibir algún email comercial.
El reglamento también apunta que nuestros datos podrán ser cedidos a un tercero, pero solo cuando sean necesarios para el acceso y el uso correcto del servicio prestado. En algunas ocasiones, la empresa proveedora del wifi gratuito podría ceder tus datos a otra empresa de su grupo, distribuyendo así información sobre ti como cliente para poder segmentar, de nuevo, su publicidad.
¿Cuánto tiempo pueden guardar mis datos?
Pues el reglamento europeo es flexible también en este punto, al señalar que se debe limitar “a un mínimo estricto” el plazo de conservación de estos datos, pero sin señalar cuál. Así pues, podrás encontrarte con proveedores de wifi que guardarán tus datos durante días, meses e incluso años.
Resumiendo, las wifis gratuitas son gratuitas en cuanto a dinero contante y sonante, pero se suelen pagan en datos. Recuerda que, según el reglamento europeo vigente, podrás ejercitar tus derechos de rectificación, supresión, limitación del tratamiento y portabilidad de tus datos cuando lo desees, con solo enviar un correo electrónico a la persona delegada de protección de datos de la empresa que ofrece el servicio, cuya dirección figurará en las condiciones que debes aceptar para poder conectarte a determinada wifi gratuita.
Antes de conectarte a una red gratis, es conveniente leer con atención las condiciones de uso o la política de privacidad que se te facilitará, aunque, si no te fías, siempre podrás conectarte solo a una wifi segura para navegar con total libertad.